martes, 29 de enero de 2013

EL TEMA DE LA COPARTICIPACION FEDERAL DE IMPUESTOS

En breve estaré dando mi opinión sobre lo que sucede con el Federalismo Fiscal argentino y su Ley de Coparticipación.
Sistema que desde ya considero absolutamente obsoleto, contrario a la generación de incentivos para la buena gestión gubernamental subnacional (provincias y municipios) y con tendencia a generar presiones cruzadas totalmente antifederales del Gobierno Federal a los subnacionales o al revés, según el estado en que se encuentre la "CAJA" política en el momento. Además, claro, de su tendencia a generar "caudillismos" dilapidadores y antidemocráticos en provincias "no ricas" del interior (en la medida de la afinidad con el poder central).
Esta ley tiene un sinfin de "pre-coparticipaciones" propias de una puja fiscal interminable y profundamente contraria al buen orden de la hacienda pública.
Actualmente, por caso, un punto de discusión es el importe del Fondo Conurbano que la provincia de Buenos Aires reclama a la Nación, considerándolo muy desactualizado versus la variación de costos en el gasto público provincial para atender las necesidades públicas por las que fue creado.
El Gobierno Nacional por su parte se defiende (y contraataca) haciendo mención a otras transferencias que, si bien no originadas en el esquema de distribución de potestades tributarias federales, habrían servido para paliar otras necesidades públicas que tanto como en el resto del país, existen en la provincia de Buenos Aires (asignación universal, fondos para infraestructura y desarrollo social, etc.).
Así la discusión termina lejos del "concepto" que debería encontrarse detrás de ella para centrarse en otros aspectos como la inflación y los programas sociales.
La ley de Coparticipación no solo debería reformarse. Debería hacerse de nuevo, directamente. Limitaciones de índole constitucional serían un claro impedimento, por la unanimidad de Senado que exige la Carta Magna.
Otra limitación es que, considerada en definitiva una reforma vinculada al sistema tributario y de la recaudación impositiva, podría generar reducción o desbalance transitorio de ingresos fiscales perjudicando las finanzas públicas.
Es que, en definitiva, no es otra cosa que una reforma estructural de manera que para hacerla correctamente y en serio, se le debe asignar presupuesto (o acceder a préstamos de organi smos internacionales).
Y hoy, con lo golpeadas que se encuentran las arcas fiscales, desde el concepto de "vivir con lo nuestro" y financiadas por transferencias desde ANSES o BCRA, es dificil pensar en tamaña empresa. Lamentablemente.
Pero en otras condiciones, como las que se dieron entre 2003-2009 hubiera sido posible. Ahora bien: ¿habría tenido plafón político?. Estamos hablando de "la CAJA". ¿Lo habría querido el Gobierno Federal?. La centralización de la recaudación le dio "CAJA" para persuadir a provincias y consolidar poder político permitiédole perpetuar casi 10 años ya. ¿Lo habrían querido las provincias "no ricas"?: la CAJA del poder central le cerraba perfecta, pues les permitía a ellos consolidar poder político provincial sin mayor esfuerzo de gestión, excepto vestirse para ir y cortar una cinta de inauguración.
Y las provincias "ricas", mientras el dinero circuló, ningunearon la cuestión.
Tema serio éste de la Coparticipación Federal para la estabilidad de las Finanzas Públicas argentinas. En general no se toma conciencia, pero un Federalismo Fiscal serio permitiría profundizar aún más la democracia en todo el país, así como generar (por imperio de la racionalidad) mejores gestiones en gobiernos subnacionales. En otras palabras: gobernadores e intendentes, no solo se dedicarían a elegir el traje para el próximo "corte de cinta por inauguración", sino de "cabalgar" y "amahacarse" diseñando estructuras sustentables de recursos tributarias y definiendo pautas de eficiencia en el manejo del gasto.
Al final, con estabilidad en las Finanzas Públicas argentinas, se evitaría esta tendencia al "apriete" desde el Centro a las provincias (hoy) y/o de las provincias al Centro (2001).
Veremos cómo sigue la historia.

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