SEMANA DE AQUÉLLAS.
Una semana corridita. Literalmente. Y ayer viernes (4/5/18), a primera hora de la mañana, el Gobierno tomó decisiones más agresivas en dos frentes. 1) el frente fiscal; 2) el frente monetario.
En el segundo, es paradójico: tuvo que redoblar esfuerzos, en términos de apretón monetario, en relación a los que se venían haciendo antes de diciembre de 2017.
En el primer caso, frente fiscal: implica una aceleración del gradualismo, sin dejar de serlo. Aunque debe reconocérseles que este año, con el nivel de actividad no comportándose como se esperaba (cosecha y mayor dureza en el consumo, por recrudecimiento final de tarifas y el aumento de lo combustibles), bajar el Deficit Fiscal primario de 3,2% a 2,7%, no está mal. Hay que tener en cuenta que no traccionará el nivel de actividad "haciendo lo suyo". Pensemos que ya no crecerá el 3,5% sino, "con suerte", el 2,5%.
Pero lo verdaderamente aleccionador viene desde las medidas adoptadas en el plano monetario. El endurecimiento asumido esta última semana ha sido "bestial". Especialmente ayer viernes. Y habrá venido para quedarse, hasta que las aguas muestren mayor calma.
LA PUJA SOBRE LA POLITICA MONETARIA.
Retrotraigámonos a la fatídica conferencia de prensa del 28/12/17. Con inocencia (o con cinismo?) propio de un sector político cada vez más apegado a las fantasías, se dio la presencia "fuerte" del ala "bien política" del gabinete. Peña y Quintana inflaron el pecho, con Werning al lado: sometiéndose a la lógica facilista de tener contentos a sectores de producción que, por definición (no es lo de ellos) desconocen las verdaderas razones del atraso cambiario (del dolar principalmente) y de una tasa alta. Creen que solo esos dos ítems conforman el problema, cuando en rigor, ellos son resultados de EL problema "itself": la inflación. Ésta, a su vez, es resultado, sin discusión, de un frente fiscal nunca ajustado, demasiado expansivo en el pasado, financiado con creación de dinero.
En esa coyuntura y en lo plenamente fiscal, se observó siempre un gradualismo demasiado optimista. Casi imaginado en términos insulares. Es decir: como si no existiese un mundo alrededor, que se mueve, que tiene sus vaivénes y que afecta decisiones y los tiempos requeridos para ellas.
Pero claro, cabe preguntarse cuándo, en Argentina, se vio un político que, estando en el oficialismo, no exponga optimismo. Es la contracara del opositor y su esperable pesimismo.
Sin embargo, las cosas, en economía no son así. Sus "leyes" no se votan en el congreso. Y mucho menos, pueden ser derogadas por un Poder Legislativo. O ser tachadas de inconstitucionales porla Corte Suprema. De la misma manera que ninguno de los miembros del PL o del PJ, se atreverían a desafiar la Ley de Gravedad, soltándose del balcón de un décimo piso.
En ese marco, asumir un ritmo de gradualismo tan "turtle mode" es inviable. Salvo para "vender" optimismo.
Pero, como todo cae por su propio peso, una baja no conveniente de tasas de 200 ptos un 28/12/17, teniendo el gradualismo "vivito y coleando": terminó transformandose en una suma de 1400 ptos un 4/5/18.
Háblenme de "efecto boomerang".
LAS RAZONES.
Sinteticemos: EEUU tasa de TBonds 10años, emergentes devaluando, debilifad de politica monetaria expuesta el 28/12, la ingenua pretensión de gravar la renta financiera en un país descapitalizado, la inconsistencia interna en el oficialismo respecto del tema clave de tarifas, leyes que duermen y no salen (reforma laboral, mercado de capitales), caída de imagen, gradualismo eterno en un año ideal para ajustes (pues ya 2019 tiene elecciones).
Entonces, no todo el problema es importado.
Está bien, entendemos: el mes de abril comenzó a mostra, a partir de la tercer semana, una mejora en rinde de Bonos del Tesoro de EEUU a 10 yrs. "Aspiradora global de fondos" le llaman.
Y efectivamente hubo depreciaciones en muchas monedas, más que nada de países emergentes.
Pero: ninguno de ellos "limpió" casi 10% de sus reservas, sin siquiera poder contenerlo y pocos tocaron tasas. Ellos dejaron flotar. Aquí se lo quiso contener y no se pudo.
De manera que el mundo ahora considera que el problema de ARGENTINA tiene componentes particulares y es mayor que el otros emergentes.
Y ello se deriva de muchos elementos que se podría sintetizarse en la debilidad de sus flujos financieros.
LOS TEMAS DE ARGENTINA
A saber: la economía crece, pero poco. El ajuste es muy gradual y el frente fiscal sigue siendo desafiante, problemático.
Todavía convive con distorsiones de precios relativos. La verdadera inversión, la esperada: no ha puesto pie en el país. Los dólares externos desde la cuenta corriente, escasean porque (además de la salida por turismo y servicios), si bien los precios de las commodities son buenos, no son los de antes para una economía inflacionaria. Y para colmo: los llamados socios comerciales traccionan despacio (caso Brasil), EEUU y China luchan por el proteccionismo. Frutilla de este postre ácido: la cosecha granaria sufró una pérdida de casi 30%.
Pero además: el modelo anterior "gastó" totalmente la capacidad de "inflar el consumo" y apalancar el mercado interno. El consumo no es, ni puede ser ya, hoy, la variable que apuntale el crecimiento. Puede solo acompañar.
Y ésto último está bien, en tanto los problemas de hoy son, en gran parte, la consecuencia de haber inflado artificialmente el consumo durante una década, so pretexto de economía popular y mercado interno.
En definitiva: un ajuste fiscal en serio y una sana (no dije "indolora") corrección de precios relativos, son condiciones imprescindibles para sustentar un crecimiento con ojos de largo plazo, duradero y sostenible.
Solo de ese modo se podrán atraer inversiones directas, quitando la metafórica e inoportuna alusión a las "lluvias". Esto así, más allá que hoy mismo, es imposible, dado el estado de los mercados internacionales.
Pero no hay dudas que ya en mediano plazo y desde una mirada de largo, para sostenibilidad sin sobresaltos desagradables: solo la disciplina fiscal les brindará la tranquilidad de que ellos no se producirán. Esos golpes, caprichosos, normalmente resultantes de manotazos de ahogado del sector político que pierde espalda financiera por expandirse sin medida. Manotazos que se transforman en alteraciones a los flujos esperados, razonables, para recuperación de cualquier proyecto de inversión.
EL FRENTE POLITICO. TARIFAS Y LEYES.
En otro orden de cuestiones que afectan la certidumbre (nunca habrá certezas en economía), los tironeos en el seno de Cambiemos por la cuestión tarifas, no fueron la mejor señal.
El Gobernador Cornejo corriendo desde Mendoza a Bs As al solo fin de "mostrar que los radicales están en la mesa chica" y plantean condiciones (populares, obvio), no fue oportuno. Fue más bien infantil. Una reacción propia del electoralismo en que ya, un año antes, están subidos todos los políticos.
Las tarifas, partes esenciales de un esquema de precios relativos sostenibles, son fundamentales para señalizar atractivo de inversión directa desde dos ópticas:
1) la de las propias empresas de "utilities", que necesitan señales claras para el flujo de fondos esperado en relación a la inversión a realizar;
2) las de empresas que son intensivas consumidoras de bienes y servicios de infraestructura (principalmente energía), que necesitan certidumbre de provisión para sus propios proyectos.
Entonces, en un modelo que dejaría atrás las lógicas viciosas de apalancar consumo interno artificialmente, se estaría tratando de pasar a uno más sustentado en ahorro e inversión. Aquí, tarifas y tasas, así como previsibilidad del tipo de cambio, juegan un rol clave.
En el marco de reformas legales clave: se observa una increíble y nociva demora en lo que hace a la legislación laboral y a la de Mercado de Capitales y Financiamiento Productivo.
LA INGENUIDAD DE GRAVAR LA RENTA FINANCIERA.
Y finalmente lo que comenzó a hablarse ya cruzando mitad de la semana pasada (siempre tarde aquí) es del efecto de la gravabilidad en impuesto a las ganancias de los retornos por inversiones financieras. Particularmente, como viento en contra para las herramientas del BCRA en un contexto de poco esfuerzo fiscal: lebacs en manos de beneficiarios extranjeros.
Pudo más el "buenismo populista" de una equidad tributaria inviable en un país aún inestable y descapitalizado, que la razón y ñas consideraciones de oportunidad. Remito a lo que en este mismo blog desarrollara el 10/9/17.
Y AHORA
El fin de semana llegó con cierta quietud. Pero no es para "descorchar".
Recuperar la confianza en los agentes económicos, siempre es más dificil que perderla. Y en ese camino, es mostrar todos los días una decisión coherente con los objetivos serios que deben buscarse.
La pregunta es si podrán. Y ella va dirigida a todo el sector puramente político, enfermo de electoralismo.
Mientras tanto, dolar bajó a 22,28. Se aplanaron los futuros de dolar a diciembre 2018 y cayeron los contratos de seguros por default a niveles pre-corrida.
Pero ojo: duro eh!. 40 puntos la tasa de referencia y 3.800 millones de dólares de gasto menos (en obras). El invierno vendrá fresquito.
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